De la deconstrucción y Kick Ass. Parte 1

Mucho se ha dicho, desde el estreno de Kick Ass el año pasado, que la era de las películas de "superheroes reales" ha llegado a su clímax.
Pero, a pesar de que el pseudo-realismo invade ese grupo de filmes, no son un punto de referencia en lo que a la deconstrucción se refiere.

Por definición, la deconstrucción se basa en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas (de ahí el nombre de deconstrucción), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo, puesto que los útiles de la conciencia en que lo verdadero en sí ha de darse, son históricos, relativos y sometidos a las paradojas de las figuras retóricas de la metáfora y la metonimia.

En nuestro caso, la deconstrucción del super héroe es un trabajo dificil, en el cual, todo lo ya creado, se echa abajo. Personas vulnerables, con problemas, traumas, débiles, mentirosos que están debajo de la piel del superhéroe.

Erróneamente, muchos han tomado Kick Ass como punto de partida, como piedra angular en la deconstrucción del héroe en los comics, y digo erróneamente, porque en realidad no representa, ninguno de los personajes, un trasfondo totalmente deconstructivo.

Otras obras en las que se destruye el género de superhéroes, es Watchmen, demostrando así, que Alan Moore es el maestro en hacer esto con sus personajes (Swamp Thing, Marvelman, V), nos muestran la otra cara del héroe: apático, reprimido, nihilista, resignado a una misión que realmente no quiere cargar.

Cambiando la emoción de salvar gente, la responsabilidad de hacer el bien, por la falta de apego a la vida y la inestabilidad emocional.

Algunas veces, el supuesto héroe no está conciente de su status y sus poderes/habilidades, sacando de contexto su vida normal y convirtiendola en un espiral de auto-destrucción


Kick Ass como piedra angular de la deconstrucción, solo en el cómic, la película, es una muestra de cómo la sociedad ha perdido las ganas de vivir, llegando a actuar como vigilantes para acabar más rapidamente con su vida, haciéndolo parecer dinvertido y colorido, cuando en el fondo, es solo un lamento de la falta de significado de la existencia.